La responsabilidad de un padre inicia desde el momento de la concepci?n y termina, en el mejor de los casos, con su muerte.
Durante todo este tiempo, tratamos de hacer lo correcto, de tomar las mejores decisiones por nosotros y por nuestros hijos, quienes en gran parte del tiempo dependen directamente de nosotros.
Siempre he pensado que el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos, son una educaci?n formal, con la cual puedan abrirse paso en la vida, y los valores morales y ?ticos, que les permita hacer lo correcto en todo momento.
Sin embargo, si la vida nos premia con bienes materiales, como podemos definir que heredar a cada uno de nuestros v?stagos.
En lo personal, nunca solicite, o argumente a favor de quedarme con algo del patrimonio de mis padres, ello, por que en primera instancia, era muy poco, y por que, no tengo autoridad alguna para pedir algo, que en primera instancia no es m?o, y aun cuando haya contribuido con esfuerzo para lograr el bien en disputa, este no me pertenece.
A la muerte de los padres, y aun antes de ello, las familias empiezan a, como decirlo, ?repartir?, ?dividir?, la herencia que en alg?n momento recibir?n, esto ya sea con el conocimiento de los progenitores, quienes se ven entre la espada y la pared, por que nunca faltan los reclamos, y las inconformidades, del por que a alguien le corresponder?a un bien que el ambiciona y que no se da cuenta del valor de lo que le corresponde.
En todo caso y ante lo inevitable, las familias se dividen, el patrimonio reunido con a?os de esfuerzo, se esfuma en divisiones ego?stas y en la falta de visi?n de largo plazo, las casas se venden, los terrenos de dividen, y se disputa, hasta el ultimo mueble de una casa.
Que ciegos somos, que no apreciamos el verdadero valor del legado de nuestros padres el cual no es material, no, no se puede medir en dinero, si no en la ense?anza, en el cari?o y el sacrificio que ellos realizaron, en primer lugar, para darnos la oportunidad de vivir, y posteriormente, el brindarnos los elementos para enfrentarnos a nuestro destino, del cual somos cien por ciento responsables.
Cuantos no dar?amos lo que hoy d?a tenemos, por el solo hecho, de ver o de escuchar un consejo de nuestros padres en los momentos cr?ticos de nuestras vidas.
Para quienes aun tienen a sus padres vivos, vivan con ellos el mayor tiempo posible, escuchen sus palabras, las cuales est?n llenas de sabidur?a, la cual se ha incrementado por el paso del tiempo, cu?denlos, y no ambicionen mas all? de lo que ustedes pueden construir con su esfuerzo, si al final, a la muerte de ellos, algo les es legado, t?menlo y den gracias, por que ello es el ultimo esfuerzo de sus padres por ayudarlos.