Ago
12
2007
Efectivamente, el mes pasado llegue a los 34 a?os de edad, estoy, como quien dice, a la mitad de mi camino por este mundo, eso claro esta, si logro llegar a los 68 a?os.
Es momento, como cada a?o, para reflexiona por los acierto y sobre todo por los errores, pues es de ellos de los cuales aprendemos en el d?a a d?a.
Gracias a todos por hacer que mi paso por este mundo sea tan ameno y sobre todo gratificante.
A su salud., un jugo de mango. 🙂
Ago
12
2007
A principios de este mes, he logrado terminar de leer el libro : «El Psicoanalista» de John Katzenbach
El libro despert? mi inter?s por los comentarios de mi compa?era de trabajo Carmen, sin embargo, tarde demasiado en terminarlo, tal vez haya sido por la falta de tiempo de los ?ltimos meses, o por la forma de escribir del autor, si bien el final no es el esperado por el lector, nos deja con un sentimiento de rabia, por as? decirlo, se esperaba un desenlace mucho mas fuerte, tal vez, mas interesante.
Hoy d?a estoy por empezar a leer una biograf?a (si, de las muchas que se han publicado hasta la fecha) de Ernesto Guevara alias «El Ch?», ya les contar? al respecto, por cierto, este libro, es recomendaci?n de Javier Mart?nez, a quien tambi?n apodan ?El Ch?? y mira que el si no tiene origen Argentino.
Ago
12
2007
El titulo de este comentario es el nombre en clave que la CIA daba a Ernesto «Che» Guevara.
Les dejo la siguiente cita:
«Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: ��Qué han dicho los otros?. Le respondí que no habían dicho nada y él contest�: ��Eran unos valientes!�. Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. ��Póngase sereno �me dijo� y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!. Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto»
Mario Terán.
Ago
04
2007
Viaje Redondo M?xico-Chile 1200.00 USD
Entrada a un Antro de sano esparcimiento 20.00 USD
Sacar a una trabajadora de Antro (incluye tragos y?preservativos)?400.00 USD
Sufrir un calambre en plena maniobra ….. No tiene precio,
Para todo lo demas Existe…… . 2C.